Los gigantes del Boquerón [leyenda]

Los gigantes del Boquerón [leyenda]

Cuando era niño iba siempre a la iglesia con mis padres. Eramos nuevos en ese lugar y un señor se hizo amigo de la familia, a el le gustaba contarnos cosas de El Estor, un pueblo de Izabal muy tranquilo en esos años (1995-2005 años en los que viví allí).

Hay un río a unos pocos kilómetros del pueblo del Estor, es un río grande y también un balneario. El lugar es muy bonito en si mismo, pero también acumula un gran número de muertos en sus aguas.

La leyenda

Se cuenta que durante las noches, de la parte más profunda del río emergen 2 gigantes brillantes, en busca de almas. Las personas que han visto a estos gigantes se esconden en lo alto de la montaña donde no los puedan alcanzar, los gigantes brillantes no pueden salir del agua.

Hace muchos años llegó una pareja buscando un hogar, la orilla del río les pareció un bonito lugar para hacer su hogar. Ellos cultivaron la tierra, criaron animales, tuvieron hijos y eran felices. Cuando pasó el tiempo y envejecieron el día de su muerte el cerro los eligió para cuidar el río para siempre, porque fue el lugar donde ellos fueron felices en vida.

De vez en cuando ellos emergían del río para reunirse con su familia, hasta que sus hijos murieron y sus almas no se quedaron en el río, no volvieron a ver a sus hijos.

Esto entristeció mucho a los ancianos que se enfurecieron tanto que dejaron de cuidar el río y desde entonces aquel que se sumerge en el río solo atrae la atención de los gigantes, ellos arrastran a sus víctimas al fondo, donde se ahogan y ellos aprisionan su alma.

En un principio ellos median una estatura normal, pero fueron creciendo a medida que toman almas, los mas ancianos de esta aldea dicen haber escuchado discusiones de los gigantes y el cerro. Ellos solo quieren reunirse con sus hijos en el más allá, pero hace muchos años ellos mismos aceptaron cuidar el río por la eternidad.

Podría ser que ellos desean poseer tantas almas para luchar contra el cerro por su libertad o simplemente por venganza, cualquiera que sea el caso, en El Estor siempre se dice que no debes nadar a solas en ese río.